Si es la primera vez que salís con el bebé de vacaciones será necesario tener algunos aspectos en cuenta.
En primer lugar, se debe armar un bolso lo más completo posible, con varias mudas de ropa tanto liviana como también de abrigo. No olvidar sus juguetes preferidos en una mochilita, su objeto transicional (mantita, osito o lo que sea con su olor), si usa chupete llevar más de uno, repelente de mosquitos, tul y capota plástica para el cochecito y que no se pierda de las salidas al aire libre, alguna papilla envasada y leche extra por las dudas si el viaje se alarga más de lo esperado y todo o que sepas como mamá que necesitará tu bebé. Lo mejor es hacer siempre una lista para no olvidar nada a último momento.
Resulta muy beneficioso respetar las rutinas básicas del bebé (horarios de comida, sueño, baño, etc.) dado que seguramente se verá alterado por el nuevo espacio y los nuevos olores de un lugar diferente. Es lógico que los adultos intenten despojarse de la tediosa rutina, pero para que sean unas vacaciones para todos será necesario -en la medida de lo posible- respetar algunas cosas básicas para que extrañe lo menos posible y se adapte bien al lugar.
Ciertamente, los bebés sienten mucho los cambios de hábitat, por ello es importante elegir primero cuidadosamente el destino.
Es mejor instalarse en un solo lugar durante todas las vacaciones, no es momento de recorrer varios lugares en pocos días.
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