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Los 10 malos hábitos que indican que un niño es muy inteligente

by NyC_Noticias
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Tal vez pensemos que el niño inteligente debe ser un niño modelo: un niño que no infringe las normas, que está muy quieto y atento en clase, que obedece siempre, que estudia mucho, que mantiene su habitación ordenada y nunca se mete en problemas…

¡Olvídalo!

La inteligencia no tiene nada que ver con todo esto. Es más, según algunos estudios, el más inteligente tiene en realidad ciertos malos hábitos que van a sorprenderte. Te explicamos cuáles son eso 10 hábitos que indican que un niño es muy inteligente, aunque evidentemente, no siempre se cumpla.


Antes de alarmarnos, pensemos que son datos relativos: no quiere decir que todas las personas que tengan estos hábitos sean muy inteligentes, ni que los niños que no los tienen, no lo sean.

Sin embargo, es un dato curioso, una relación asombrosa, que nos llama la atención: la mayoría de niños y personas que comparten alguno de estos malos hábitos, tienen en realidad un alto cociente intelectual.
Según algunos psicólogos hay algunos malos hábitos que indican que un niño es muy inteligente.

Veamos cúales son.
10 malos hábitos

La impuntualidad.

Resulta que esto que está tan mal visto en todas partes, pueden indicar en una persona mucha seguridad en sí misma y optimismo, dos características muy positivas de aquellos que triunfan. Sin embargo, es cierto que no es recomendable ser impuntual… en prácticamente ningún rincón del mundo está bien visto.

El desorden.

Tal vez te parezca contradictorio, pero el desorden no siempre proyecta una mente desordenada. De hecho… ¡no tiene nada que ver! Algunos psicólogos aseguran que una mente con las ideas claras puede tender a ser desordenado en su mundo exterior. De hecho, el desorden está más bien relacionado con personas más creativas y espontáneas. Las personas inteligentes que son desordenadas son capaces de encontrar cualquier cosa en medio del desorden, por muy extraño que te parezca. Dado que dentro del desorden aparente ellos tienen su propio orden.

Las quejas.

Mientras que todos tendemos a pensar que las quejas solo nos hacer ver el lado negativo de las cosas, el psicólogo norteamericano Guy Winch, afirma que pueden ser muy beneficiosas, ya que nos hacen darnos cuenta de aquello que queremos cambiar y nos ayudan a presionar para conseguirlo. Son típicas de personas muy inteligentes, asegura, que son capaces de utilizar una queja de forma adecuada para cambiar una situación. Pero, ¡ojo!, hay que diferenciar las quejas que ayudan a obtener un beneficio de aquellas quejas lastimeras que se sueltan más bien como un desahogo.

Ser contestador.

Los niños más respondones demuestran tener más capacidad para conseguir sus objetivos. Tienen las ideas claras y una gran confianza en sí mismos. Son más luchadores y esto denota perseverancia y otra serie de cualidades que le ayudarán a triunfar. De hecho, los niños más inteligentes, con un cociente intelectual superior a la media, discuten constantemente con la intención de expresar y defender sus ideas (en las que creen firmemente). Al tiempo que discuten, aprenden de la otra persona y de sus opiniones.

Soñar despierto.

Los niños soñadores estimulan constantemente su creatividad y esto les ayuda a encontrar soluciones ante los problemas que van encontrando. Una herramienta muy útil, aunque desde fuera, todos vean a este niño como alguien que está ‘siempre en las nubes o en la luna’.

Ser chismoso.

La curiosidad de los niños ‘chismosos’ es un punto positivo en su aprendizaje. Los niños a los que les gusta contar secretos o cosas extraordinarias son niños con una ilusión tremenda por descubrir, crear y adquirir nuevos conocimientos. Utilizar la información de forma estratégica, contar algunas cosas a otra persona con un fin determinado, es propio de mentes estrategas y realmente asombrosas.

Trasnochar.

Hay niños que, por más que les mandes a la cama temprano, no son capaces de dormirse. Es más… ¡parecen estar más activos! Pues te alegrará saber que muchos estudios de expertos psicólogos han encontrado una relación entre la inteligencia y la creatividad, y la creatividad nocturna. Es decir, que las personas más inteligentes suelen ser más creativos y activos por la tarde y durante la noche.

La pereza.

Luchamos contra la pereza constantemente, sin darnos cuenta de que la misma no es tan mala… Resulta que los niños y adultos que intentan dejar las cosas ‘para más tarde’, son en realidad los más inteligentes. No porque intenten librarse de la tarea, sino porque prefieren buscar ‘el momento idóneo’ para hacerla y dar prioridad a otra tarea. Este es el caso si ese niño es capaz de organizar su tiempo de tal forma que pueda exprimir todos los minutos sin dejarse nada sin hacer al final del día.

Groseros.

Cada vez que un niño dice groserías o alguna palabrota, evidentemente, le corregimos. Sin embargo, varios estudios demuestran que los niños que hablan ‘con palabras más feas’, tienen un gran vocabulario y una agilidad y destreza asombrosas para manejar las palabras.

Ansiedad.

La ansiedad produce un malestar en la persona que la sufre, pero sin embargo, es un síntoma de alguien muy inteligente, que sí, se preocupa demasiado, pero que denota perfeccionismo, interés y un gran conocimiento. A mayor inteligencia, mayor facilidad de ver los problemas e incluso de intuirlos antes de que lleguen. Es la pizca de estrés necesario para enfrentar el día a día y sus desafíos.

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