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12 preguntas sobre la panza

by Nacer y Crecer
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Asesoró: Dra. Silvina Andrea Ciberti – Médica obstetra

El test dio positivo y tenés por delante nueve meses de gestación. Muchas dudas surgen sobre lo que te pasa y te pasará a medida que avanza el embarazo. Mitos y verdades sobre la panza. Doce respuestas a las preguntas más frecuentes que hacen las futuras mamás sobre los cambios físicos.

Una célula desde su fecundación inicia un hermoso viaje hacia la vida. Esta se multiplica, se transforma, anida y evoluciona hasta que se convierte en un nuevo ser humano. Es el pequeño que estás esperando. ¡Bienvenida mamá al embarazo!

El embarazo se divide en tres trimestres, durante los cuales se van experimentando cambios que preparan el cuerpo para recibir al bebé.

En el primer trimestre se forman los órganos principales del bebé. En el segundo sus órganos se vuelven más complejos y en el tercero, que es la etapa final, el bebé aumenta de tamaño y peso, y se prepara para nacer.

Aquí encontrarás una guía a las consultas más frecuentas sobre los cambios físicos que percibirás durante la gestación.

1.- ¿Qué es la línea oscura vertical?

Los cambios hormonales producidos para y por el desarrollo gestacional se manifiestan de múltiples maneras. Algunas de ellas son signos de pigmentación aumentada, que se observan en determinadas zonas, como línea abdominal inferior, aréolas mamarias y genitales externos. Incluso, en ciertos casos se puede sufrir de melasma, es decir, manchas color “café con leche” en la cara. Sin embargo, todos estos cambios no deben preocupar demasiado, ya que en la mayoría de los casos se produce una regresión total luego del parto.

2.- ¿Es imprescindible realizarse estudios genéticos?

Existen situaciones en las que es recomendable realizarlos, ya que los futuros padres tienen algún factor de riesgo de concebir un bebé afectado (algún hijo anterior o algún familiar con anomalías congénitas) o cuando la mujer es mayor de 35 años.

En cualquier circunstancia, se recomienda el asesoramiento genético preconcepcional, en el que se pueden identificar tanto este tipo de situaciones como otras tan importantes como el estado inmunológico frente a la rubéola. Asimismo, se puede instaurar acciones preventivas de malformaciones congénitas con la simple ingesta programada de ácido fólico, entre otras.

3.- ¿Cuándo empiezan a notarse los cambios?

Desde el principio del embarazo, comienzan ya a percibirse ciertos cambios en el cuerpo como consecuencia de las variaciones hormonales. Si bien el aspecto que se tiene es el mismo, los pantalones comienzan a ir un poco más estrechos y se notará que los pechos se hinchan y están más turgentes de lo normal.

A partir del cuarto a quinto mes, se empieza a notar un aumento del abdomen.

Es cierto que las mamás no primerizas suelen experimentar “la salida de su panza” antes, debido a que los tejidos abdominales ya están adaptados para estirarse más rápidamente.

4.- ¿Cuándo se percibe la primera “patadita” del bebé?

Aproximadamente en el quinto mes la mamá percibe, por primera vez, los movimientos fetales. Te damos 6 consejos para estimular a tu bebé desde la panza.

5.- ¿Cuándo baja la panza?

El descenso del bebé hacia el canal del parto se hace visible recién en el noveno mes. La panza está más baja. En este período también se observa que las nalgas y  los muslos se redondean y puede salir líquido de los pezones.

6.- ¿Indica algo la forma y el tamaño de la panza?

En absoluto. Durante el primer embarazo las madres suelen tener el vientre más  puntiagudo. Después del primer embarazo los haces musculares del útero y del abdomen se encuentran más relajados y sostienen con menor eficacia su aumento de volumen. También influye la forma de la pelvis, si es de constitución estrecha, el vientre tenderá a salir y a tomar la forma puntiaguda característica. Sucede lo mismo si la mujer tiene por naturaleza los músculos abdominales más tónicos o practica algún deporte.

7.- ¿Las relaciones sexuales afectan al bebé?

La penetración no pone en peligro en absoluto el bienestar del bebé, quien se encuentra protegido dentro del útero y por el líquido amniótico. Tampoco existe ningún peligro debido a las contracciones por el orgasmo materno, si es que el embarazo transcurre con normalidad. Quizá lo más aconsejable es evitar las relaciones sexuales recién al final del embarazo. De todos modos, en la mayoría de los casos esta “renuncia” se produce espontáneamente ya que la nueva e inminente experiencia del nacimiento suele determinar una merma en el deseo y la libido de la futura madre.

8.- Durante el embarazo ¿se puede predecir el tipo de parto que se tendrá?

La “naturaleza” prevé siempre un parto normal o natural para toda mujer embarazada.     Sin embargo, existen situaciones especiales que se presentan durante el embarazo o bien al final del mismo, por causas maternas y/o fetales, por las que se toma la decisión de realizar un parto quirúrgico (cesárea). Cabe aclarar, que esta decisión se toma en conjunto (médico y padres) para ofrecer las condiciones más saludables para el binomio madre-bebé. 

9.-  ¿Se debe comer “por dos” durante el embarazo?

Este solía ser el consejo de las abuelas, pero hoy es un mito. En esas épocas la dieta era muy pobre.  Actualmente, se sabe que la dieta de la futura mamá no debe diferenciarse mucho de la habitual, sólo que debe ser más a conciencia. Es necesario que sea variada y se debe consumir una cantidad adecuada de calcio, hierro, proteínas, ácidos grasos omega 3 y ácido fólico.

10.-  ¿Se recupera la cintura?

El descenso de peso es particular en cada mujer. No hay nada específico en el embarazo en sí mismo que lo impida. Es dable destacar, que la instauración de la lactancia, entre otras ventajas importantísimas, favorece el retraimiento uterino y la disminución de peso (sobre todo en el período de lactancia exclusiva).

Es importante saber que no se deben iniciar dietas adelgazantes en este período.

En caso de estar amamantando, si se realiza ejercicio aeróbico (por ejemplo: caminatas junto con el bebé a la hora del sol suave y por espacios verdes) se estarían beneficiando los dos de una manera muy enriquecedora.

11- ¿Puedo hacer algo desde el embarazo para tener más leche?

Los factores decisivos que garantizan el desarrollo correcto de la lactancia son: que el bebé se prenda al  pecho lo más pronto posible (durante sus primeras horas de vida), que se le dé el pecho cuando y cuanto quiera (libre demanda) y que se consiga una buena postura desde el principio (a ser posible con el asesoramiento de un profesional: puericultora).

No importa en absoluto que el pecho sea grande o pequeño, con el pezón plano o hacia dentro. La lactancia está determinada por la glándula mamaria que fabrica la leche y los conductos galactóforos por los cuales fluye la misma hacia el exterior… que son iguales en todas las mujeres.  Las diferencias en el tamaño del pecho de una mujer a otra se debe al tejido fibroso, que no influye en la lactancia.  La forma del pezón tampoco importa. El niño debe succionar la areola (la zona oscura que rodea al pezón), porque es en ella en donde se encuentran los pequeños reservorios de leche que debe exprimir con su lengua para obtener la misma.

12- Para evitar la toxoplasmosis, ¿no debería acercarme a ningún gato mientras dure el embarazo?

No es necesario evitar el contacto con el gato de la familia (sí con los gatos desconocidos). Lo que sí debe evitarse es el contacto con las heces del gato propio o ajeno, que es donde se alojan los parásitos. Por eso, la mujer embarazada no debe ocuparse de la limpieza del gato o del lugar donde éste defeca. Para evitar el contagio de la toxoplasmosis también hay que evitar comer carne poco cocida, ingerir productos lácteos sin pasteurizar, cortar alimentos en la misma tabla en donde se cortó carne cruda y hacer trabajos de jardinería sin guantes.

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