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El parto: vaginal y cesárea. Paso a paso

by Nacer y Crecer
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Muchas mujeres nos cuentan sus propios partos, pero tu experiencia será única. Recordá que la protagonista de tu propio parto sos vos y debes planificarlo junto al equipo médico que te atenderá. Cuando llega el momento del parto, es importante que todos conozcan tus decisiones.

Es importante estar informada para dispersar muchas ansiedades y temores y vivir así plenamente el parto. Si so mamá primeriza, te contamos cómo puede ser tu parto vaginal o cesárea, aunque la experiencia será muy personal e intensa, ¡tanto que querrás contárselo a todos!

Señales del comienzo

Unos días previos o el mismo día podés perder una mucosidad (el famoso tapón mucoso) significa que el cuello del útero comienza a modificarse, las contracciones van a tomar más presencia y cuando comienzan a ser más seguidas tendrás que llamar a tu obstetra para encontrarse en el hospital o sanatorio seleccionado, es que comenzaste el trabajo de parto. Otra posibilidad es que comiences a perder líquido (es decir que rompas o fisures la bolsa) con o sin contracciones, igualmente en este caso también combinarás con tu obstetra para internarte.

¿Qué ocurre cuando llegás a tu institución médica?

-Te llevarán a la sala de preparto o a un consultorio. Recordá que podés decidir con quién entrar acompañada.

-Te examinarán para observar la dilatación del cuello del útero.

-Te conectarán a un monitor fetal para medir la frecuencia de las contracciones y controlar los latidos del bebé.

-Te pondrán una bata o tu propio camisón y te llevarán a tu habitación o a la sala de partos, según la urgencia.

¿Cómo son los dolores de parto?

Cada mujer responde de forma diferente a los dolores de parto. Para algunas, las contracciones pueden asemejarse a dolores menstruales fuertes. Para otras, el dolor puede ser más fuerte y difícil de soportar.

La decisión de utilizar o no algún tipo de analgesia durante el parto depende de la mujer y de sus circunstancias personales. Algunas prefieren un parto natural en el que, salvo complicaciones, no se utiliza ningún tipo de fármaco y se permite a la paciente decidir la posición que le resulte más cómoda para dar a luz.

En la mayoría de las ocasiones es necesario utilizar algún tipo de analgesia en el parto y es importante que eso se determine en las consultas previas con el obstetra. Ver nota Plan de Parto.

¿Qué podes hacer frente a los dolores de parto?

Algunas mujeres prefieren soportar el dolor del parto naturalmente, usando técnicas de respiración y relajación. Estas técnicas ayudan a relajarse y a aliviar el dolor de las contracciones.

Recordemos que respirar correctamente beneficia al bebé ya que aumenta al aporte de oxígeno durante las contracciones.

En los cursos de preparación al parto se aprenden diversos ejercicios de respiración para las distintas fases del parto. A continuación te contamos los ejercicios más utilizados.

Respiración abdominal o del diafragma para aliviar las contracciones más intensas durante la fase de la dilatación.

  • Tomar aire por la nariz para que los pulmones se llenen mientras el abdomen se hincha poco a poco.
  • Expulsar el aire por la boca mientras se contrae lentamente los músculos del abdomen.

Respiración costal inferior o jadeo para controlar las ganas de pujar para la dilatación y expulsión.

  • Tomar aire y expulsarlo de manera sucesiva y en forma de jadeo o soplo.

Respiración para los pujos en la fase de expulsión.

  • Hacer dos o tres inspiraciones profundas y cortas. Aguantar la respiración al tiempo que se contrae los músculos del abdomen. Luego relajar los músculos y expulsar el aire. Para ello es necesario elevar la cabeza y los hombros pegando la barbilla al tórax mientras se sujeta las rodillas con las manos.

Los períodos del parto

Período de dilatación: ya comienza el trabajo de parto, aparecen contracciones regulares que dilatan el cuello del útero. Dura hasta que el útero se dilata completamente hasta unos 10 cm. Este período puede transcurrir entre 4 y 12 horas. La intensidad del dolor de las contracciones es diferente según cada mujer y es por eso que cada parto es distinto. También puede ocurrir en apenas unas horas con contracciones muy evidentes.

Período expulsivo: comienza cuando el cuello está totalmente dilatado y finaliza con el nacimiento del bebé. Durante este período el feto debe completar la rotación, amoldamiento y descenso de la cabeza en el canal del parto. Ello puede durar alrededor de 2 horas en las primerizas. Con cada contracción deberás hacer el esfuerzo del pujo y descansar cuando ésta desaparezca. Entre cada contracción se debe respirar por la nariz y eliminar el aire por la boca. Mientras te concentrás en respirar tu obstetra auscultará los latidos cardiaco-fetales o pueden realizar un monitoreo fetal en espera de la próxima contracción. Una vez que salga la cabeza del bebé no debes pujar más.

Período de alumbramiento: durante este período se produce el desprendimiento y la expulsión de la placenta junto con el cordón umbilical y la membrana amniótica. Dura entre 5 a 30 minutos.

La episiotomía

Lo ideal es dar a luz sin necesidad de que te practiquen la episiotomía y sin sufrir ningún desgarro. Sin embargo, en el momento del parto el obstetra es el que decide qué se realizará. Siempre será necesario que hables todos estos temas con él previamente en las consultas y sepa cuál es tu punto de vista y decisión sobre el tema.

La episiotomía es un corte que se realiza en la fase final con el fin de ampliar el canal del parto para facilitar el nacimiento del bebé. Solamente se requiere en ciertos casos, pero debería evitarse hacerla por rutina ya que no siempre es necesaria. Se trata de una incisión quirúrgica en los músculos de la vagina y del periné de la mujer para ampliar el canal por donde sale el feto y evitar así desgarros en la musculatura del suelo de la pelvis. Se efectúa cuando el periné ya se encuentra extremadamente tenso y muy delgado, durante la fase de expulsión. El tamaño de la incisión depende del ancho que se necesite para que la cabeza del bebé atraviese segura. Tras el nacimiento, el corte se cose con puntos de sutura que serán absorbidos por el cuerpo. Su práctica está muy extendida en todo el mundo. Se utiliza con frecuencia en las mujeres primíparas. No suele realizarse en mujeres que ya han tenido hijos debido a la mayor facilidad de sus tejidos para dilatarse en el momento del parto.

Cesárea

En la actualidad, un gran porcentaje de mujeres dan a luz por cesárea. Puede realizarse de forma electiva, decidida antes del parto, o puede ser un procedimiento de emergencia llevado a cabo después de que éste se haya iniciado. Una cesárea es una operación abdominal realizada para extraer al bebé cuando no es posible el parto vaginal o porque la madre o el feto tendrán mayor riesgo si se realiza un parto normal. También se puede hacer una cesárea después de que comienza el trabajo de parto o durante el mismo. Por ejemplo esto es necesario cuando la parte del bebé que se enfrenta al canal del parto es la frente, la cara o el hombro en lugar de la cabeza.

En algunas ocasiones, durante el trabajo de parto, el corazón del bebé puede latir más lentamente, ello indica que no puede tolerar el trabajo de parto y es necesario hacer una cesárea.

Por otro lado, existe el fórceps, un instrumento que se puede utilizar cuando el bebé está entre un tercero y cuarto plano para ayudarlo a nacer ya sea porque los latidos disminuyen o porque la madre está agotada y no puede pujar.

¡El bebé ya nació!

En la mayoría de los casos, el bebé comienza a llorar inmediatamente debido al estrés que siente por llegar a este mundo.

Habitualmente, colocan al bebé apenas salido del útero sobre el abdomen de la madre y sobre ella le cortan el cordón, lo aspiran, secan y le colocan el brazalete de identificación para luego llevarlo a examinar. Es muy importante que en este primer contacto succione por primera vez los pechos de la mamá, de manera de acelerar el inicio de la lactancia.

En muchos sanatorios se permite que el padre muestre a su hijo a los familiares a través de una ventana.

Posteriormente, el bebé será llevado a la sala de neonatología donde se lo examinará. Se lo controlará y dejará abrigado para calentarlo ya que durante las primeras horas de vida no es capaz de regular su temperatura.

Luego, a la madre le administrarán suero y medicamentos que ayudan a retraer el útero.

Probablemente, después del parto la madre se sentirá muy cansada, por ello el acompañante será el encargado de advertir cuando los saludos se prolonguen más de lo necesario, con un comentario sutil: “está muy cansada, dejémosla descansar”.

Ello permitirá que empieces el merecido descanso. Sin embargo, hay excepciones, es decir  mujeres que quedan como nuevas y lo único que quieren es compartir con sus seres queridos el hermoso momento que está viviendo.

Eso sí, es bueno dejar el cuerpo descansar para comenzar la recuperación y para que se inicie la producción de leche y disfrutar el nacimiento.

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