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La pregorexia. Qué es?

by Nacer y Crecer
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Un trastorno como la anorexia es algo muy peligroso, tanto en hombres como en mujeres, adolescentes y adultos. Es un problema que sufren miles de personas y que tiene que ver con la obsesión por la delgadez.

La anorexia es un trastorno muy complicado cuando quien lo sufre es una mujer embarazada, ya que no sólo afecta a su cuerpo, sino también a la vida que crece en él. Esta obsesión durante la gestación recibe el nombre de pregorexia, son mujeres que intentan mantenerse delgadas cueste lo que cueste.

Qué es la pregorexia en mujeres embarazadas 

La pregorexia es un trastorno alimentario al igual que la anorexia, pero que afecta a las mujeres embarazadas. Aquellas que lo sufren tienen una verdadera obsesión por mantener su cuerpo delgado a pesar de los evidentes cambios físicos que la gestación causa en las mujeres.

Aunque si bien es cierto que quedó desterrado el concepto de ‘comer por dos’, y que la embarazada debe cuidarse desde que conoce que espera un bebé y llevar una dieta equilibrada, esto no tiene nada que ver con ‘machacar’ el cuerpo para tener el mismo peso o incluso más delgado que el de antes de ser mamá.

Es obvio que ninguna mujer que espera un niño quiere engordar hasta límites insospechados, por el simple hecho de que luego es muy difícil recuperar la figura , y porque una alimentación excesiva puede dañar al bebé, al igual que aquella que es escasa.

Los efectos de la pregorexia en las mujeres embarazadas

as mujeres que sufren pregorexia pueden haber tenido episodios de anorexia antes del embarazo, y esto puede dañar sobremanera al bebé que viene en camino, puesto que si la madre no come, evidentemente el feto tampoco recibirá los nutrientes y vitaminas que necesita para desarrollarse de una manera correcta y puede tener problemas tanto durante su desarrollo como en el momento del nacimiento.

Cuando una mujer tiene este problema, además de una atención exhaustiva por parte de su ginecólogo, debe tener ayuda psicológica para conseguir sobrellevar no sólo el tránsito que vivirá su cuerpo conforme el bebé vaya creciendo en su interior, así como los cambios físicos completamente normales, y saber sobrellevar las etapas de cambios hormonales que también se van sucediendo.

Se cree que surgió en Estados Unidos a través de una publicación hace unos 10 años, abonada por ese falso ideal de una figura delgada promovida por muchas personas públicas embarazadas.

Se caracteriza por un intenso temor a ganar peso con una restricción en la ingesta calórica y también con una distorsión en la imagen corporal. Las mujeres que han tenido un trastorno de alimentación en el pasado tienen un mayor riesgo de padecerlo.

No obstante, precisa que este trastorno se puede iniciar bien en el embarazo o existir previamente a la gestación. Se puede considerar que tanto el embarazo como el postparto son periodos de gran vulnerabilidad que pueden favorecer el inicio de un trastorno de estas características.

El embarazo en sí mismo es estresante y se trata de una etapa donde se producen cambios en el peso y en el esquema corporal de la mujer. Se estima que los trastornos de conducta alimentaria tienen lugar en un 7,5-8% de los casos, mientras que las formas parciales o incompletas se sitúan en torno al 20 por ciento. Fuera del embarazo, en personas no gestantes entre el 1 y el 5% de la población padece estos trastornos.

Aparecen más trastornos de este tipo durante la gestación porque se considera un periodo de mayor vulnerabilidad, no sólo por los cambios en el cuerpo si no por el devenir de la parentalidad, por el hecho de ser madre, ya que puede ser muy estresante para algunas personas

Uno de los principales peligros de la pregorexia para el bebé es el retraso en el crecimiento intrauterino, que el bebé sea de tamaño pequeño, así como un recién nacido de bajo peso. También puede haber alteraciones en el neurodesarrollo si han faltado nutrientes esenciales, se puede dar un parto prematuro o la muerte fetal en los casos más extremos. Para la madre, el riesgo de la pregorexia se centra en problemas de desnutrición, anemia, descalcificación de los huesos, y en una mayor probabilidad de depresión durante el embarazo y el puerperio. Las mujeres con este trastorno tienen una mayor probabilidad de tener una enfermedad depresiva subyacente, con una probabilidad del 40%, que es conveniente que se detecte durante la gestación y el puerperio.


UN 29% MANTIENE LOS SÍNTOMAS TRAS EL PARTO    

La experta del servicio de psiquiatría del Hospital Universitario de La Paz sostiene además que en la anorexia en el embarazo, entre el 29 y el 78% de estas pacientes tendrán una remisión de los síntomas una vez den a luz, no sólo por los cambios hormonales que se producen tras el parto, sino por responsabilidad ante la maternidad, en cómo influye la alimentación del bebé. No obstante, un 29% mantendrá la sintomatología después del alumbramiento.

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