Constantemente escuchamos, a nivel mundial, cómo se discute acerca de la buena alimentación y de los malos hábitos alimentarios en niños y en adultos. Pero también recibimos información contradictoria y confusa a través de propagandas en medios de comunicación y de conductas sociales. ¿Podemos modificarlas?
El primer paso consiste en entender que sólo es cuestión de modificar costumbres. Pero también debemos asumir que la responsabilidad pasa exclusivamente por los adultos (padres, pediatras, maestros, etc.) porque los niños siempre elegirán lo que les gusta, o lo que está de moda sin tener la capacidad de diferenciar, espontáneamente, lo que es mejor o peor.
Luego de haber incorporado las papillas, y después de un tiempo de adaptación en que el niño debe aprender a aceptar diferentes consistencias, diferentes sabores y hasta cambiar su postura para alimentarse (las papillas se comen necesariamente sentados y la mamadera la toman en cualquier lado) debemos preocuparnos por darle una dieta equilibrada y variada.
¿Cuándo dejar la mamadera?
A partir de los 18 meses de vida, los niños deben comenzar a dejar la mamadera y, a la vez, deben disminuir la cantidad de leche que toman. Pero ¿es mala la leche? Obviamente no. La leche es un excelente alimento y es muy necesario en la dieta; pero a partir de los 18-24 meses no debe ser el único ni el principal alimento de la dieta.
En general, a esta edad los niños que toman mucha leche llegan al consultorio con la preocupación de sus madres porque comen poco del resto de los alimentos. Se llenan con un litro o litro y medio de leche, más postrecitos y galletitas o golosinas.
El problema es que no está mal en que coman esas cosas, siempre y cuando lo hagan en el momento y en la proporción adecuadas.
Seguramente se preguntarán por qué a esta edad. Es simple; siguiendo o retomando el tema de las pautas y etapas madurativas que hemos tratado en artículos previos, debemos recordar que esta edad es aquella en que los niños abandonan lo que psicológicamente se denomina etapa oral. En ella el principal estímulo pasa por la succión.
Por eso es conveniente que, si el pequeño no lo hace espontáneamente, nosotros lo ayudemos a dejar atrás esos hábitos, para poder enfrentar la próxima etapa madurativa con mayor comodidad (recordemos que la próxima etapa es la etapa anal o de control de esfínteres).
¿Cómo hacerlo?
Primero debemos tomarlo y aceptarlo como lo que es: es decir, un proceso de crecimiento, natural y lógico, que el niño debe superar para crecer realmente (y aclaro que crecer no es solamente cumplir años).
Pero, ¿no le crearé un trauma? Tal vez sí, pero un trauma también lógico, natural y sobre todo, pasajero. El mismo trauma que cualquiera de nosotros puede pasar o ha pasado al enfrentar una nueva etapa, un desafío de algo desconocido, que al aceptarlo y conocerlo ya no nos asusta.
Si nosotros lo tomamos naturalmente, el niño también lo hará. Y es probable que les cueste más a los padres que al niño.
“Una vez asumido esto debemos tomar la decisión de llevarlo a cabo. Para esto recomiendo a los padres realizarlo en forma de un proceso lento de cambio y no de algo brusco. Entonces conviene comenzar a los 18 meses reduciendo la cantidad de mamaderas a ofrecer, lentamente. Dejarle las tomas de la mañana y de la tarde y si toma una leche para dormirse a la noche, no sacárselo de entrada. Ahora bien, una vez que se decida sacarle algunas tomas, no debemos dárselas aunque las pida”
recomienda el pediatra.
El siguiente paso que aconseja es disminuir la cantidad de leche de las tres mamaderas que se dejan (si se queda con hambre en el desayuno y la merienda completar con leche en taza o con un yogurt en la toma de la noche).
En tercer lugar hay que eliminar la mamadera en el desayuno y la merienda; y por último, ya cerca de los dos años, suspender la mamadera y la leche de la noche.
De tal manera que a los dos años el niño deberá tomar leche, ya no por succión, en el desayuno y la merienda, y además comerá en el almuerzo y en la cena.
Chau mamadera, ¿chau leche?
¿Qué pasa si el niño no quiere tomar la leche cuando le sacamos la mamadera? Nada. Se puede reemplazar por otros lácteos hasta que se acostumbre a no necesitar más la mamadera. Luego intentaremos nuevamente a retomar leche.
Una vez superada esta etapa, entre los dos años y los dos años y medio, debemos sacarle también el chupete para salir completamente de la etapa oral.
“Otra vez recomiendo disfrutar del crecimiento de nuestros hijos, ayudándolos a crecer y acompañándolos en el crecimiento. Ellos sufrirán si sufrimos, y disfrutarán si disfrutamos.”
Concluye el Dr. Sanguinetti.
Asesoró: Dr. Hernán Sanguinetti – Médico Pediatra
6 comments
Excelente me gusta gracias x la información..
Interesante
excelente infornacion!! para tenerlo muy presente a la hora de hacerlo
Mi bebe ya tiene 26meses y nos cuesta sacarle el habito d la mamadera.. Pero es como dice la nota, creo q el mayor obstaculo en el tema somos nosotros (los papas)
[…] BEBÉ […]
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