El uso del chupete siempre estuvo acompañado de opiniones a favor y en contra. Muchos padres optan por restringir su uso pero otros lo adoptan como un elemento más de la crianza de su hijo. Hay algunos aspectos a tener en cuenta, como la edad límite para su uso o algunos cuidados en la higiene diaria.
Asesoró: Dra. Ana Ghea – Médica Pediatra. Fundación Hospitalaria – Hospital Privado de Niños. MN 103464
¿Por qué el chupete logra calmar a los bebés?
El hábito de succión es una de las primeras actividades coordinadas en el recién nacido. La succión no nutritiva provoca sensación de calidez y seguridad y por eso el chupete se convierte en un gran pacificador. ¿Qué cuidados tener al momento de dárselo a los bebés?
Recomendaciones del uso del chupete
– Se cree que si se le da al bebé un chupete por primera vez entre los 15 días y el 1 mes de vida, su uso puede afectar la lactancia materna, ya que podría rechazar el pecho, pero no se han observado efectos negativos en la lactancia.
-Si un chupete se ensucia la mejor forma de higienizarlo es lavarlo con agua potable. Recomendamos siempre utilizar el capucho protector. Es incorrecto “lavarlo” con la saliva de un adulto, lejos de ser estéril, transmite enfermedades.
-Se recomienda el uso del chupete al dormir al bebé, como prevención de la muerte súbita del lactante. La Academia Americana de Pediatría recomienda su uso tanto en la siesta como a la noche.
-Si ya es tiempo de que el niño abandone el chupete, no es bueno hacerlo desaparecer de repente, sin explicación. Es muy importante hablar con el niño sobre la decisión de ir abandonando el chupete y conseguir su consentimiento.
-Los chupetes no deben tener elementos desmontables pequeños que el bebé se pueda tragar. Sus piezas deben estar unidas con la suficiente resistencia como para que no puedan romperse o separarse entre sí. Los bordes deben ser redondeados para evitar cortes o heridas.
-El disco del chupete debe tener al menos 2 orificios de ventilación de un diámetro mínimo de 4 mm., para evitar que el niño se sofoque.
-La tetina, cualquiera sea su forma, debe ser de un material flexible y tener una longitud máxima de 30 mm.
-Deben venderse en envase cerrado, con la información para su uso correcto.
-Nunca atarlo alrededor del cuello.
-Deben adecuarse a la edad del bebé. Los chupetes pueden ser de látex. Éstos son más blandos pero se gastan y se deforman con más facilidad que los de silicona. Es recomendable cambiarlos por uno nuevo cada dos o tres meses, dependiendo de la frecuencia con que se lo utilice.
-La tetina, cualquiera sea su forma, debe ser de un material flexible y tener una longitud máxima de 30 mm.
-Deben venderse en envase cerrado, con la información para su uso correcto.
-Nunca atarlo alrededor del cuello.
-Deben adecuarse a la edad del bebé. Los chupetes pueden ser de látex. Éstos son más blandos pero se gastan y se deforman con más facilidad que los de silicona. Es recomendable cambiarlos por uno nuevo cada dos o tres meses, dependiendo de la frecuencia con que se lo utilice.
-Los chupetes también pueden ser de silicona. Este material es más rígido, pero menos resistente a los mordiscos. Son fáciles de limpiar y resisten bien las altas temperaturas. Deben ser sustituidos en cuanto se aprecien marcas de mordeduras.
– Para dejar el chupete muchos padres lo “pinchan”. No es recomendable pinchar el chupete, ya que el niño puede quedarse con la tetina suelta en la boca, con el consiguiente riesgo de atoramiento. Aparte de que pueden quedar restos de saliva en la tetina, como posible foco de infección.
– No darle puntadas a la tetina pensando que lo áspero del hilo hará que lo rechace. Se pueden soltar los puntos y tragarlo con atoramiento.
– Para dejar el chupete otro mito es sumergirlo en vinagre por varias horas, lavarlo y luego dárselo cuando el niño lo pida. Su sabor va a ser tan feo que no lo querrá más. Puede utilizarse este método, pero siempre es mejor implementar una estrategia que prevea el consentimiento del niño.