El Plan de Parto y Nacimiento es una herramienta con la que cuentan las mujeres y sus familias, para ejercer el cumplimiento de los derechos que están amparados en Argentina en la Ley Nacional 25.929 “Derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento”. Por eso te sugerimos: armá tu propio plan de parto. Para ello es importante contar con información sobre el embarazo y el parto y así poder entregar con antelación un “Consentimiento informado” en el lugar donde vas a dar a luz y a los profesionales. Te contamos de qué se trata y cómo podes vehiculizar de forma legal tus pedidos sobre el parto. ¡Informate siempre!
Asesoró: Cristina Savino fundadora de Contener Dar Maternidad. Doula, especialista en crianza, embarazo y nacimiento etónico.
La Ley Nacional 25.929 “Derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento” está vigente desde noviembre del 2004 en todo el territorio nacional. Pero es importante saber que la forma legal de vehiculizar el Plan de Parto y Nacimiento, es mediante la presentación a los profesionales, Instituciones, Obras Sociales o Prepagas, del “Consentimiento Informado”.
Este documento manifiesta la voluntad por escrito a decidir libremente, a consentir o no consentir sobre las intervenciones médicas que se le propongan, y es conveniente hacerlo conocer, un poco antes de la fecha probable de parto, de manera personal o por correo certificado, aunque de presentarlo a último momento no necesariamente será desestimado.
Es honesto compartir también, que no siempre serán cumplidas todas las expectativas, pudiendo una o varias desestimarse con distintos argumentos institucionales, aun apelando a la buena voluntad por parte de los profesionales que intervienen.
Como sabemos, no todas las instituciones manejan el mismo protocolo de atención del parto y del nacimiento, como tampoco lo hace cada equipo de profesionales, que incluso pertenece al mismo establecimiento. Con lo cual la elaboración del Plan de Parto y Nacimiento, es una oportunidad de plasmar las preferencias que cada mujer tiene, “su propio protocolo”, siguiendo sus deseos, necesidades, creencias y pautas culturales.
Para facilitar y ayudar en esta búsqueda, y finalmente arribar a decisiones anticipadas, (que quedarán sujetas obviamente a cambios según las circunstancias particulares), se sugiere entre otras iniciativas: revisar un modelo de Plan http://goo.gl/4uGFqV a modo disparador de opciones, contar con el acompañamiento de una doula, o consultar y evacuar dudas con el profesional que lleva adelante la atención del embarazo. Todas opciones que a su vez, perfectamente se amalgaman entre sí.
Armá tu propio plan de parto
Por último, a modo de esbozo, estas son algunas de las cuestiones que formarían parte de un Plan de Parto y Nacimiento, observando lo que conciernea la mujer y en lo que afecta al bebé, tales como:
- Los cuidados del entorno que rodea a la embarazada.
- La libre elección de una compañía.
- Ser consultada y decidir qué se hace sobre su cuerpo.
- Ser respetada en su intimidad, en la libertad de movimiento y de posiciones durante período dilatante y expulsivo.
- Brindar opciones de técnicas de alivio del dolor pudiendo elegir aquella que desee.
- Evitar prácticas de rutina de preparación (rasurado, enema, vía en el brazo, suero glucosado).
- Evitar medicación y prácticas que aceleren los tiempos del trabajo de parto, el monitoreo fetal permanente y efectuar episiotomía rutinaria.
- Incluir consideraciones específicas en caso de necesitar una cesárea o de planificar un parto vaginal después de una cesárea.
- Esperar para realizar el corte de cordón fetal hasta que deje de latir, que apenas nacido el bebé lo coloquen en contacto piel con piel con su madre durante la primera hora de vida.
- Evitar aspiraciones rutinarias de las secreciones, el uso de sondas esofágicas y anal, postergar el baño, las mediciones antropométricas y la administración colirio ocular, la “observación” lejos de la madre.
- Propiciar el pronto inicio de la lactancia, facilitar el ingreso irrestricto de los padres al servicio de neonatología si debiera permanecer internado.
Hasta aquí, solo son algunos de los puntos, entre varios más. Claramente parir y nacer son actos fisiológicos. Pero cómo nacemos, es un suceso atravesado por la cultura.