Aceptar y comprender que la llegada de un hijo nos cambia la vida también es un buen puntapié para desafiarte a vos misma cada día. Porque lo que hoy funcionaba con tu hijo, mañana quizás ya no. Lo que te permitía estar en armonía con tu pareja hace un año atrás, hoy se reedita. Y es en esa búsqueda constante, donde tu paciencia, tus límites y tu amor incondicional se ponen en juego. La maternidad y sus cambios te ponen a prueba.
El embarazo es una vivencia única, todos te cuentan sus experiencias, te anticipan lo poco que vas a dormir, te dicen que quizás tengas dificultades para amamantar, cómo es el post parto, comentan acerca de sus kilos de más…pero…muy poca gente habla acerca de cómo puede afectar la llegada de un hijo a la relación de pareja y qué expectativas tener acerca del sexo a lo largo de esta etapa.
Lo mejor es estar preparada para que sepas que muchas cosas cambiarán; algunas para siempre y otras van a tener que acomodarse a la llegada del nuevo integrante.
“un hijo de cambia la vida”.
A lo largo de los nueve meses de embarazo, una de las principales frases que escuchamos es “todo va a cambiar”, “tu vida no va a ser igual”, “un hijo de cambia la vida”…
Durante el embarazo hay tiempo suficiente para prepararse, ordenar el cuarto del bebé, organizar los tiempos en el trabajo, comprar ropa de recién nacido, aceptar los cambios del cuerpo y entender que las cosas serán un poco diferentes cuando llegue el bebé a casa.
Sin embargo, nadie nos prepara para el vendaval de emociones que surgen en el momento en que se tiene por primera vez al bebé en brazos, y a partir de ese mismo instante, en que el bebé abre los ojos y te reconoce, una oleada de alegría, ansiedad y profunda entrega surge en ese momento íntimo y profundo.
A partir de ese momento, las cosas, definitivamente cambian. Cambia tu concepto del amor, tus prioridades, tus tiempos. Ser mamá pasa a ser un aprendizaje cotidiano, porque en el momento en que tu hijo nace, también nacés vos como mamá, y con cada uno de tus hijos, es un renacer diferente para vos, para tu vida, para tu organización familiar.
Con cada hijo nace una madre
Cada hijo llega en un momento distinto de la pareja, y si ya hay hermanos mayores, su sola presencia cambia el escenario en cada experiencia. Por eso es fundamental poder adaptarse al momento en que llega ese hijo, porque la dedicación casi exclusiva que recibió el primero, va a ser complejo poder brindársela al segundo con el primero dando vueltas en la casa, o que el tercer hijo pueda recibirla de la misma manera.
Y por supuesto, vos no vas a ser la misma mamá con el primero, con el segundo o con el tercero. No sólo porque cada uno de tus hijos llega en momentos diferentes, sino porque tu relación con cada uno de ellos es distinta, son seres independientes, autónomos, con deseos e inquietudes propias.
también surgen cambios en la pareja
Del mismo modo, también surgen cambios en la pareja. Ya los tiempos de maratón de series en la cama comiendo chocolates se transforman en reparadoras mini siestas cuando los chicos duermen, las salidas con amigas a lugares de moda se convierten en organizaciones y búsquedas de cafés con animación infantil o peloteros para que puedas hablar tranquila (casi) sin interrupciones.
Y por supuesto, las noches de sexo apasionado y desenfrenado hasta las 4 de la mañana se metamorfosean hacia poder tomarse de la mano mientras llevan a su bebé en cochecito a pasear por la plaza.
llegada de un hijo es un buen puntapié para desafiarte a vos misma
Aceptar y comprender que la llegada de un hijo nos cambia la vida también es un buen puntapié para desafiarte a vos misma cada día.
Porque lo que hoy funcionaba con tu hijo, mañana quizás ya no. Lo que te permitía estar en armonía con tu pareja hace un año atrás, hoy se reedita. Y es en esa búsqueda constante, donde tu paciencia, tus límites y tu amor incondicional se ponen en juego.
La ansiedad que puede generarle a una mamá encontrarse con un panorama diferente del que imaginó durante el embarazo, hace que se modifique también la relación con el bebé recién nacido. Por eso la aceptación de esos cambios hace que la experiencia de la maternidad sea totalmente transformadora.
Los 7 cambios más habituales como mamá:
- Ya no hay tanto tiempo para darse largos baños de burbujas
- La casa está prácticamente todo el tiempo desordenada, y vos
- Hacer tus necesidades deja de ser un acto íntimo.
- Tu propio cuerpo cambia. Aparecen estrías, celulitis, kilitos de más: huellas de esta maravillosa transformación de tu vida.
- Dormir ya no es un placer sino una necesidad
- En pareja las cosas toman otro tinte, y el sexo comienza a espaciarse por el cansancio de ambos.
- Tu paciencia y tus límites se ponen en juego permanentemente, probablemente sientas las emociones más extremas de tu vida en la misma hora, ¡o media hora!
Consejos para poder resolver situaciones del día a día sin caer en estructuras rígidas y logrando aceptar que las cosas cambian con la llegada de un hijo:
- Dormir es una clave fundamental. Descansar, relajar y poder sentirse renovadas da una energía diferente. Ese tiempo mientras el bebé duerme es fundamental para que puedas descansar y recuperar energía.
- Poner límites a las reuniones familiares, visitas de amigos y encuentros en tu casa. Si estás cansada tenés derecho a poder retirarte a dormir, a bañarte o a estar un rato sola mientras otros cuidan al bebé.
- Tener miedo es totalmente normal y comprensible. Hablar con tu pareja acerca de sus emociones, de sus temores como padres, para que ambos puedan saber cómo se está sintiendo el otro, les va a dar mejores herramientas para saber resolver situaciones del día a día.
- No sos una súper-mamá-que-todo-lo-puede. ¡Y está bien ser una mamá real! Cansada, con ojeras, con ganas de ir al gimnasio, sin tiempo para bañarse tranquila…No compres los modelos que te venden, vos sos vos, con tus tiempos, con tu energía, con tus formas.
- Pedí ayuda: muchas mamás se niegan a aceptar ayuda de amigas, suegras o tías dispuestas a colaborar. Desde un marco de respeto todas pueden darte una mano, y poder sentir que sos entendida por otras mujeres va a ser fundamental para que no transites una experiencia como la maternidad sin lograr enriquecerte a vos misma.
- Disfrutá de tu hijo. La maternidad es un tsunami de emociones, y aunque te sientas agotada por las responsabilidades el contacto con tu hijo es esencial para su neurodesarrollo. Un bebito feliz será un adulto lleno de posibilidades.
Cómo afrontar los cambios respecto a la pareja con la llegada de un bebé:
Hay un gran mito en torno al deseo sexual, creemos que es espontáneo, natural, que si desaparece seguro algún día va a volver. Este es un mito que destruye a las parejas. La esperanza de que el deseo y la pasión que se perdieron puedan volver sin hacer nada al respecto realmente es lo que aleja para toda la vida a dos que se aman, convirtiendolos en hermanos…en amigos. El deseo sexual no es espontáneo ni natural pero se puede recuperar en su totalidad, únicamente si se pide ayuda a tiempo a un especialista en sexología y si ambos se esfuerzan en reconquistar la pasión perdida.
Te sugiero algunas técnicas para poner en práctica en casa:
– Aceptar: Las cosas cambiaron. Las noches estarán llenas de pañales, mamaderas y canciones de cuna en horarios donde antes había sexo desenfrenado. Entenderlo y recorrer este camino con mucho amor es parte de este proceso.
– Jugar: no todo en el sexo es penetración, pueden darse sexo oral, darse un baño sensual juntos, enviarse mensajes calientes o buscar momentos para besarse apasionadamente y franelear como novios bajo las sábanas.
- Volver a ser pareja. El puerperio, la cuarentena y el cansancio propio del posparto y los primeros meses del bebé en casa implican un agotamiento psicofísico que deja poco margen al placer.
- Por eso hay que poner el foco en lo que sí se puede hacer, y sacarlo de la relación sexual en sí.
- Mimos, caricias, una buena charla, ver una película juntos, recuperar los momentos posibles para los dos y evitar las presiones en torno a volver a tener relaciones sexuales favorecerá el encuentro íntimo cuando suceda. No es necesaria una relación sexual completa con penetración, este es un momento sensible para ambos y la imaginación, el tacto y las caricias van a ser sus aliados.
- Darse un baño juntos, acariciarse, mimarse y abrazarse son claves que les permitirán ir encontrando el momento adecuado para retomar las relaciones sexuales.
- Cuidar a un bebé recién nacido implica un agotamiento extremo pero hablar al respecto, explicar las razones de cada uno, entenderse y respetarse es fundamental para una relación satisfactoria y placentera en todo sentido.
– No esperar: La baja del deseo sexual no se soluciona con el tiempo, al contrario, tiende a empeorar si no se consulta a un sexólogo.
Los tratamientos suelen ser breves, totalmente exitosos y destinados específicamente a recuperar los espacios que el bebé, el cansancio, las responsabilidades y los cambios en la pareja conllevan. Las consultas son muy eficaces para volver a tener una vida sexual plena y feliz.
Asesoró: Lic. Mariana Kersz – Psicóloga y Sexóloga -Directora de Clínica de Parejas
Más Info en: www.ClinicaDeParejas.com
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5 comments
me gusto mucho la nota 7 COSAS QUE CAMBIAN CUANDO SOS MAMÁ . y pienso que ademas habria que agregar el saber poner limites con respeto y buenos modales a quienes quieren imponernos su conducta basandose en experiencias personales previas. Una mama debe guiarse por su propio instinto, en su pareja y el consejo de profesionales idoneos. Particpo x el premio
Es tal cual la vida real!!! de un nuevo bebé nace una mamá, excelente nota. Tambien se acortan los tiempos si sos una mamá emprendedora pero siempre nos hacemos un tiempito!!!
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