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Lactancia materna: consejos para mamás primerizas

by Nacer y Crecer
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¿Sabías que tus mamas producen diferentes tipos de leche materna, según la demanda de tu bebé? La naturaleza es tan sabia que el organismo solo, a medida que van pasando los días, se va adaptando a los requerimientos del recién nacido y le ofrece una alimentación adecuada acompañando todo su crecimiento.

¡En verano no olvides ofrecerle tomar más seguido para mantenerlo bien hidratado!

La leche materna es el mejor alimento que un bebé puede recibir: hecho a su medida, según sus necesidades, con todos los anticuerpos imprescindibles, siempre disponible, ya esterilizado y con la temperatura justa.

Para la mamá, el placer y la satisfacción de saber que su bebé crece a través de lo que ella produce, es inigualable. El vínculo que se genera pasa a ser único e irremplazable.

Para que el primer encuentro entre mamá y bebé sea totalmente placentero

“luego del parto, ya sea vaginal o por cesárea, el bebé tiene un tiempo de alerta. Ese tiempo es ideal para ponerlo al pecho y debe ser un momento de intimidad. Es importante saber que lleva un tiempo conocerse y requiere de mucha paciencia. Lo ideal para que la díada se conozca, es que estén lo más tranquilos posibles, sin interferencias. El papá puede ayudar, alcanzado una almohada, bebida, o simplemente acompañando este momento para que la mamá se sienta contenida”.


el Dr. Colombo explica:

La posición correcta para amamantar es colocando la panza del bebé con la panza de la mamá. Es importante estimular al bebé para que abra bien la boca.

Una opción, es sacar un poco de calostro, jugar con el pezón y su labio inferior. Cuando abre bien la boca, es el momento de colocar una porción de teta en la boca, evitando que se prenda solo del pezón.

Procurar que el bebé se lleve a la boca la mayor cantidad posible de aréola y pezón.

No hay que tener miedo a que, por estar bien pegado a la teta, el bebé no pueda respirar, lo hace sin inconvenientes. Los labios deben estar formando una V. Una buena producción depende de una buena prendida y una succión efectiva.

En cuanto a las posturas, cada  mamá y bebé pueden ir probando y ver cuál le resulta más cómoda. Siempre es importante que la mamá tenga la espalda bien apoyada y que esté cómoda.

¿Cuánto tiempo toma de cada teta?

Con respecto al “tiempo de las tomas”, lo maneja cada bebé. Hay que ponerlo a la teta, dejarlo que tome todo lo que él quiera y cuando se suelta pasarlo, si él quiere seguir tomando, a la otra teta.

“Este punto es muy importante, ya que la primera leche es más aguada y luego comienza a salir la leche más rica en grasas, la leche del final que es la que lo hace engordar”


expone el especialista.

La frecuencia indicada es entre 8 y 12 tomas al día. “No tienen que pasar más de 3 horas sin tomar, esto se denomina: libre demanda”,


agrega el Dr. Colombo.

Hay que tener en cuenta que muchas veces los bebés lloran y no siempre es a causa de hambre, puede molestarle el pañal, tener frío o calor, incomodarle la ropa o doler la panza.

Por lo tanto es conveniente ofrecerles siempre el pecho, esto los calmará ya que tiene que ver con su necesidad de succión, hábito que se inicia desde la panza chupándose sus dedos.

Un bebé que terminó de mamar y sigue hociqueando y chupeteando, se puede  interpretar como “succión no nutritiva”, que puede ser satisfecha con el pecho, aunque la mamá sienta que ya no está tan cargado.

Recordar que no se recomienda el uso del chupete, ni tetina hasta que esté establecida la lactancia (esto ocurre después de los primeros 20 o 30 días) ya que puede provocar confusión de succión.

No hay que olvidar que un bebé necesita: alimentación frecuente, mantener alerta a su cuidador y ejercitar la succión.

Composición de la leche materna

Durante la lactancia, lo primero que recibe el bebé recién nacido se llama “calostro”. Se trata de un fluido de color amarillo claro, de consistencia viscosa y compuesto por inmunoglobulinas (anticuerpos), agua, proteínas, grasas y carbohidratos.

Este fluido cubre perfectamente las necesidades alimentarias de los primeros días. “Es la ´primera vacuna´ que le das a tu bebé” señalan los expertos. 

La leche madura, se diferencia de la leche de fórmula, ya que varía su composición según la hora del día, la duración de la mamada y las necesidades de cada bebé.

Posee proteínas de alta calidad, cuyo nivel no se ve afectado por la ingesta de la madre.

Los lípidos (grasas), constituyen la principal fuente de calorías (energía) para el lactante. El nivel de grasas que ingiere varía según la dieta de la madre. El contenido de grasas aumenta a medida que avanza la mamada, por esto es importante dejarlo todo lo que quiera de un pecho y después pasarlo al otro, sin un tiempo determinado.

El hierro de la leche materna se absorbe bien en el intestino del bebé. Por esta razón es raro encontrar algún niño anémico si es amamantado exclusivo a pecho.

Notas relacionadas:

Cuidados y limpieza del recién nacido

¡Chau mamadera!

Asesoró: Dr. Enrique A. Colombo MN 34915 Pediatra de Staff Médico y Ximena Clérico Puericultora, Especialista en Lactancia y Crianza.

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4 comments

Laura 25 abril, 2018 - 3:56 pm

excelente nota.

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Yésica 26 abril, 2018 - 4:17 pm

Muy buena la información.. muchas gracias.👏

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Daiana 27 abril, 2018 - 7:18 am

Yo estuve un mes hasta que se prendió bien. Hoy toma sólo teta.. excelente nota

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¡Son mellizos! ¿Y ahora qué? - Revista Nacer y Crecer 26 junio, 2018 - 8:21 am

[…] BEBÉ […]

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