Home FAMILIA CELOS: CUANDO LLEGA UN HERMANITO

CELOS: CUANDO LLEGA UN HERMANITO

by NyC_Noticias
0 comment

Asesoró: Dr. Hernán Sanguinetti – Pediatra

Cuando llega un hermanito constituye una circunstancia crítica para el primogénito, incluso cuando espere al bebé con ilusión. A veces, comprender y mejorar las conductas provocadas por  los celos no es tarea fácil. 

Una preocupación frecuente de los padres es qué hacer con los celos respecto con la llegada de un hermanito.

Quizás algunas de nuestras preocupaciones realmente radiquen en preocuparnos más de lo necesario por algunas cosas habituales, simples o naturales.

 

¿Por qué un niño siente celos?

Lo primero que debemos aclarar es que es esperable, dentro de lo normal, que un niño sienta celos y cierta angustia ante la incorporación de un nuevo integrante a la familia. Los chicos, como muchos de los adultos, sienten miedo por lo desconocido; y ellos desconocen cómo ese niño entró en la panza de la mamá, ignoran cómo va a nacer y cómo va a ser. No saben cómo van a reaccionar sus padres y ni siquiera tienen idea  de cómo deberán actuar y qué función cumplirán ellos mismos (no saben qué es ser el hermano mayor), porque el principal problema se genera con los hijos únicos o los menores de la familia  ya que los demás ya han pasado por esta experiencia. Tienen además temor de lo que le pueda pasar a mamá.

Los celos son una reacción normal de todos los niños ante la llegada de un hermanito. Cada niño reacciona de una manera diferente frente a la nueva situación, de acuerdo con su propia personalidad: algunos pueden sentirse felices durante el embarazo y comenzar a demostrar celos al nacer el bebé o a los 6 meses (cuando comienza a hacer gracias); otros pueden sentirse celosos desde el embarazo. Los celos se producen porque el niño tiene miedo de perder el amor y la atención de sus padres.

Estos miedos generan cierta angustia que se manifiesta generalmente en llantos y berrinches sin causa aparente. “No sabe qué quiere” dicen los padres cuando cuentan lo que les pasa; y es cierto: es la expresión de la angustia misma.

Ya próximos al parto, temen que “éste” que viene a casa pueda quitarles parte o  tal vez todo, el amor que papá y mamá le dan .Otro temor más y van …

Una vez que llega el bebé a casa se da cuenta de que todos están pendientes del pequeño y él siente que lo dejan de lado. Entonces comienzan las manifestaciones de celos: también llantos y berrinches acompañados a veces de mal comportamiento,  pero ahora con un objetivo claro. Ahora sí sabe lo que quiere:  llamar la atención (que el pequeño no le quite el protagonismo).

 

¿Cómo actuar ante los celos?

 

Todo esto es normal, lógico y predecible en distintas intensidades; no en el 100% de los casos, pero sí en la mayoría y es más común si el chico tiene menos de tres años.

Ahora bien, ante esta situación, ¿qué deben hacer los padres?. Siendo todo esperable y lógico. ¿Hay que dejar que el niño haga lo que quiera?. ¿Hay que “perdonarle” más cosas  y tenerle más tolerancia para no incrementarle sus angustia?.

Tengamos en cuenta un detalle importante: todo lo que hagamos  fuera de lo habitual puede ser  interpretado como una forma de “comprar” su aceptación., de demostrarle que sí, en realidad, tal como él lo siente, quedó en inferioridad de condiciones y entonces se intenta compensar con el consentimiento: los padres dicen “pobrecito, está sufriendo” y lo que verdaderamente hacen es hacerlo sufrir más porque corroboran que la llegada de un hermanito lo transforma en “pobrecito”.

La llegada de un nuevo niño debe ser tomada como una fiesta para la familia desde la confirmación del embarazo.

 

¿Cómo podemos ayudarlos a superar los celos?

 

Lo primero que debemos hacer es comunicarle que el bebé está en camino, respetando su interés por el tema. Cuando el niño se muestre interesado hay que tratar de involucrarlo.

Se debe hacer participar activamente al pequeño de esta fiesta en casa, que tiene suerte de pasar a ser un “hermano mayor”. De hecho es bueno  no anunciar la noticia como “vamos a tener otro hijo” sino como “Juancito va a tener un hermanito”. Una buena forma de hacerlo partícipe es que acompañe a la mamá a la ecografía, llevarlo cuando se sale de compras de alguna ropita o accesorio para el bebé y que ayude en la preparación del ajuar (doblando y acomodando alguna ropita).

Él, junto con el papá, tiene que  tener el privilegio de ser los primeros en verlo, acariciarlo y besarlo con cuidado.

Debemos trasmitirle constantemente que la familia vive un momento de plena alegría no porque hay un nuevo bebé sino porque la familia se agrandó.

Hay que contenerlo en su angustia, entender sus celos, demostrarle afecto, pero nunca consentir sus rebeldías.

El niño tiene que entender que sigue  siendo tan querido como antes, que su hermanito no le sacó el 50% de afecto que sus padres le daban, sino que papá y mamá deben entregar ahora un 200% de amor (nada se divide, todo se multiplica) y que, realmente no es ningún “pobrecito” que deba mendigar afecto llamando la atención.

La vida debe continuar igual, con las mismas caricias y los mismos límites, debe comprender que la vida no ha cambiado, que sus papás son los mismos que antes y que por consiguiente el pequeño no ocupará su lugar porque  SU MUNDO SIGUE SIENDO EL MISMO.

Algunos niños se adaptarán rápidamente a la situación y a otros les llevará más tiempo pero todos la superarán, sobre todo cuando puedan disfrutar de la compañía y los juegos con su hermano.

Desde el primer momento hay que vivirlo con felicidad y transmitirle eso al niño.

Por ejemplo, se le puede decir que después de que coma su hermanito, leerán juntos un cuento, verán alguna película o jugarán a lo que más le guste. Poco a poco enseñarle que aunque mamá ya no está disponible para él solo, no lo ha dejado de querer. Pronto el bebé crecerá e incluso podrán hacer actividades todos juntos.

No es raro que el hermano mayor pueda mostrar algunas relaciones hostiles con el bebé, lo cuál puede generar ansiedad en los padres, sin embargo la fase de ajuste en la familia es temporal la llegada de un nuevo hijo siempre trae consigo más aspectos positivos que los problemas que se puedan tener al principio. Con paciencia, comprensión y mucho amor, se estabilizará.

Aunque los primeros meses suelen ser los más difíciles, la edad del hijo mayor influye mucho en cómo manejará la nueva situación en el hogar. Hay ciertas etapas que pueden ser más complicadas, por ejemplo, cuando está entre los dos  y tres años. En todo caso, a pesar de los celos, con el tiempo la relación entre hermanos se basa más en amor que en cualquier otra cosa.
Lo primero que tienen que hacer los padres es no sentir culpa por tener otro bebé; desde el comienzo deben vivirlo con felicidad y trasmitirle esto al niño, aún sabiendo que normalmente como todos, deberá pasar por un período de adaptación.

Leé más notas relacionadas AQUÍ

 

You may also like

Leave a Comment