Evidentemente, Juan no puede estar embarazado. Su compañera, María, sí lo está. Y Juan, sin estar embarazado, siente náuseas, malestar, mareos y hasta nota el dolor de una ligera contracción. ¿Qué le sucede? Tiene un síndrome, el síndrome de Couvade o de ‘hombre embarazado’.
Los expertos catalogan este mal como un problema de origen psicológico, un intento del hombre por acercarse y compartir las molestias de su compañera embarazada. De hecho, el nombre de Couvade o Covada significa ‘incubar’.
Incubar o criar
Es el significado real del nombre que detecta este síndrome ‘del hombre embarazado’ poco habitual pero que sí, se da en algunos futuros padres. Tal vez sea un exceso de empatía hacia la mujer con la que comparte su vida. El caso es que los hombres que sufren este síndrome, se sienten realmente embarazados. Sufren, en definitiva, un embarazo por imitación.
¿Sus síntomas?
– Náuseas y vómitos
– Antojos
– Dolor de espalda
– Retención de líquidos
– Insomnio
– Cambios bruscos del estado de ánimo
Si este síndrome, que suele durar sólo dos o tres meses, se prolonga, el hombre puede llegar a sentir incluso alguna contracción.
Causas del síndrome de ‘hombre embarazado’
El síndrome de Couvade está catalogado como enfermedad, demostrado científicamente. Hay hombres que sufren este trastorno que presentan una alteración hormonal. Cambian sus niveles de testosterona y se detecta en ellos prolactina, hormona encargada de la producción de leche materna. ¿Puede la mente ser tan poderosa como para desencadenar un trastorno físico? Sí.
Hoy en día se estudian posibles causas de este trastorno, que van desde un exceso de responsabilidad en los futuros padres, un problema de angustia y ansiedad, o hasta una excesiva ‘mimetización’ con su pareja.
La solución, el apoyo incondicional de su pareja. Que ella le haga partícipe en todo momento de la evolución del embarazo, y que demuestre su apoyo emocional. Frases positivas y un mensaje de superación. ‘Serás un buen padre, seguro’. Tal vez es todo lo que un hombre con este síndrome necesita oír.
¿A ellos también les crece la panza?
Muchos papás, aunque no sufran el síndrome mencionado anteriormente, también engordan durante el embarazo. Los investigadores del Centro Médico Flinders, responsables por el estudio que ha analizado a 300 hombres, de entre 18 y 40 años, durante tres años, dieron con que en media, los hombres engordaban 16 kilos durante el embarazo de sus mujeres. Además de este estudio, un sondeo llevado a cabo por la compañía publicitaria Onepoll, que entrevistó a 5 mil hombres, revela que un 20 por ciento de los hombres dijo que durante el embarazo de su pareja, habían comido mucho más.
El 41 por ciento expresó que solía comer más entre horas cuando estaba en su casa, y el 25 por ciento confesó que comía más para que su mujer no se sintiera tan mal por aumentar de peso durante el embarazo. Entre los antojos favoritos de los ‘padres embarazados” están las pizzas, chocolate, patatas fritas y cerveza.
Ansiedades y estrés
Una cosa es que la mujer embarazada sienta antojos de alimentos ricos en grasa y necesite comer entre horas, o consuma por recomendación médica unas 300 calorías adicionales diarias para cumplir las necesidades nutricionales de su bebé. Normalmente, una mujer aumenta unos 15 kilos de peso durante el embarazo. Y además, lleva un bebé dentro. Otra cosa es que sus parejas también necesiten comer y lleguen a incrementar hasta unos 6 kilos a su peso normal. Además de ser solidario con su pareja en el aumento de peso, el padre también engordaba porque se veía tentado a comer todo lo que comían su mujer. Además, comían más a causa del estrés que le provoca la futura paternidad. Tanto el estudio como el sondeo confirman que el embarazo tiene un impacto en las mujeres y en los hombres, no sólo en el peso corporal como también en los cambios de humor, estrés y otros trastornos, y que los servicios de salud deberían prestar más atención a los futuros papás. No sólo por ellos mismos sino por el impacto que su conducta tiene en la salud de la madre y el bebé. Una vez que nació el bebé sólo una tercera parte de los papás siguió con su pareja una dieta para bajar de peso.