Dra. Adriana Pasqualini – Médica Pediatra – M.N. 103.065 de @hola_doc
Las vacunas salvan millones de vidas cada año, pero aún existen creencias erróneas sobre su seguridad, eficacia y aplicación. Los pediatras no se cansan de repetirlo y explicarlo.
Lamentablemente se han cometido errores en la divulgación de información que ha generado temor y desconfianza en la población.
Pero con gran sostén científico continúan informando para demostrar su importancia para la vida de todos los niños.
Recordar que, a pesar de la Pandemia, no dejes de realizar los controles de salud y la vacunación correspondiente. Con protocolos acordes según la evolución de la situación epidemiológica.
Mitos de las vacunas
MITO 1: Las vacunas pueden reemplazarse por una mejora en la higiene. FALSO. Las enfermedades volverían a aparecer si las personas no se vacunan. Si bien una mejor higiene, el lavado de las manos y el agua potable nos protegen contra enfermedades infecciosas, muchas se pueden propagar independientemente de la higiene que mantengamos.
MITO 2: Las vacunas producen enfermedades o efectos secundarios nocivos que se desconocen a largo plazo. FALSO. Las vacunas son seguras. La mayoría de las reacciones por vacunas son leves y temporales y no hay evidencia científica que apoye estos reclamos. Es más probable padecer un trastorno grave por una enfermedad prevenible por vacunas, que por una vacuna.
MITO 3: La administración simultánea de más de una vacuna aumenta el riesgo de los efectos secundarios y puede alterar el sistema inmunológico al producir una sobrecarga del mismo. FALSO. La administración simultánea de vacunas no sobrecarga el sistema inmunológico, ya que las vacunas utilizan y estimulan solo una porción del sistema. Un niño está expuesto a muchísimos más antígenos como consecuencia de un resfriado o una faringitis, que por las vacunas.
MITO 4: La infección natural es preferible a una vacunación. FALSO. La infección natural crea inmunidad, pero si esta infección es severa puede producir complicaciones graves, incluso la muerte. La inmunidad de una vacuna es similar a la infección natural, sin exponer a las personas a riesgo de enfermar.
MITO 5: Las vacunas contienen timerosal, lo cual podría provocar enfermedades. FALSO. Las vacunas de dosis múltiples contienen timerosal como conservante. No hay evidencia científica que sugiera relación causal entre este componente y algunas enfermedades, por lo cual esta creencia ha sido rechazada. Las cantidades mínimas de timerosal utilizadas no ponen en riesgo la salud.
MITO 6: La vacuna triple viral (sarampión-paperas-rubeola) causa autismo. FALSO. Hoy existe gran cantidad de evidencia científica que favorece el rechazo de una relación causal entre la vacuna y el autismo.
MITO 7: La gripe es solo una molestia y la vacuna no es útil. FALSO. La gripe es una enfermedad grave que cada año provoca entre 300.000 y 500.000 muertes en todo el mundo. La mayoría de las vacunas contra la gripe previene la infección por las tres cepas de mayor prevalencia circulantes en una estación dada. La aplicación de la vacuna es la mejor manera de reducir las probabilidades de presentar complicaciones y la muerte.
MITO 8: Vacunar es una decisión de cada familia. FALSO. En Argentina vacunarse es Obligatorio y es un Derecho de todos. El Derecho a la Salud se encuentra protegido por la Constitución Nacional, Tratados Internacionales a los cuales Argentina está suscripto (como la Convención de los derechos del Niño) y por disposiciones legales tanto de los ámbitos nacionales como provinciales.