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La enfermedad celíaca, en niños y bebes

by Nacer y Crecer
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La enfermedad celíaca suele aparecer entre los 6 y 18 meses de vida. Es una intolerancia alimenticia de orden genético muy frecuente en la especie humana. Su detección es fundamental para evitar la inclusión de cereales con gluten en la dieta. ¿Qué son los niños celíacos, cómo se detecta esta enfermedad y cuál su tratamiento?

En la Argentina, actualmente la incidencia es 1 cada 200 habitantes, cifra que aumenta debido a la gran difusión de la celiaquía que facilita además el diagnóstico precoz. 

¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es la intolerancia alimentaria de orden genético más frecuente de la especie humana. Consiste en una entidad que se caracteriza por una intolerancia permanente al gluten, proteína contenida en los cereales como Trigo, Avena, Cebada y Centeno, recordados por la sigla TACC.

Esta proteína causa una lesión de la mucosa del intestino delgado dificultando la absorción de nutrientes. Dicha alteración puede llegar a ser muy grave e incluso conducir a la muerte por desnutrición si no se diagnostica. Cabe aclarar que la persona afectada mejora cuando excluye de la dieta los cereales con gluten.

Un dato interesante es que en pueblos que hicieron su vida cultivando el trigo se ha observado esta enfermedad con mayor prevalencia, como por ejemplo los pueblos de Europa y territorios que fueron sus dominios coloniales y culturales.

En cambio, es menos frecuente en pueblos asiáticos que cultivaron el arroz, como también en la América precolombina que se consumía papa, mandioca o maíz.

Por lo tanto, es más común en caucásicos del Norte y Sur de Europa, cuya  prevalencia es del 1%, afectando más a mujeres que hombres.

En la Argentina, actualmente la incidencia es 1 cada 200 habitantes, cifra que aumenta debido a la gran difusión de la celiaquía que facilita además el diagnóstico precoz.

Un poco de historia

En 1888, esta enfermedad fue descrita por primera vez por Samuel Gee bajo el nombre de “afección celíaca”. La describía como una especie de indigestión crónica que se presentaba en niños de 1 a 5 años. Presentaba, entonces, signos como deposiciones blandas, voluminosas y pálidas, con el vientre de los niños blando y, frecuentemente, distendido.

A principios del siglo XX, el problema principal quedó establecido observando que  existía una alteración en la absorción intestinal llamado “síndrome de mal absorción”. Los afectados presentaban deposiciones oleosas y malolientes.

En 1950, Dicke determinó como marcador de la enfermedad la evidencia de una falta de absorción de grasas e identificó los efectos nocivos del gluten del trigo.

Asimismo, no existía unanimidad en la interpretación de las manifestaciones clínicas ni en las pruebas de absorción. Por esta razón, en 1969 la Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición pediátrica determinó que el diagnóstico se debía realizar por biopsia de intestino.

Entonces, personas con enfermedad celíaca y padres de niños con este padecimiento en búsqueda de un “mundo mejor” cambiaron la manera de ver el problema, facilitando el tratamiento dietético, y en 1968 en Inglaterra se creó la Sociedad Celíaca.

En 1978, en nuestro país en la ciudad de La Plata, se fundó el primer grupo argentino como Club de Madres de Niños celíacos. Luego se transformó en la Asociación Celíaca Argentina. También en nuestro país existe ACELA (Asistencia al Celíaco de la Argentina) que publica permanentemente la lista de alimentos permitidos, la cual se renueva anualmente.

¿Cuáles son las manifestaciones de esta enfermedad?

Habitualmente, en los niños se observan diarreas de larga duración, irritabilidad, distensión del abdomen, vómitos y falla en el crecimiento, aunque en algunos puede presentarse sin síntomas. Es por eso que la enfermedad puede ser diagnosticada a cualquier edad, incluso en la adultez. Sin embargo, la edad más habitual de aparición de la enfermedad es entre los 6 y los 18 meses de vida.

Las deposiciones intestinales son de color blanco-amarillento y brillantes debido a la gran cantidad de grasas que se eliminan. A pesar de que esta enfermedad se detecta generalmente en los niños cuando comienzan con la incorporación de harinas y cereales, también se presenta en adultos.

La máxima incidencia se registra en mujeres entre 30 y 40 años de edad, aunque el 20% de los pacientes superan los 60 años en el momento del diagnóstico.

En los adultos, las manifestaciones se presentan en personas con antecedentes de diarrea y distensión y que, además de estos trastornos suelen tener cuadros de depresión, cansancio y pérdida de peso.

Muchas veces, si no se realiza el diagnóstico y continúan las alteraciones digestivas, se pueden agregar síntomas derivados de la deficiencia en la absorción de nutrientes como la anemia (por falta de hierro), amenorreas (falta de menstruación), osteoporosis y menopausia precoz. También pueden presentar infertilidad, trastornos neurológicos y psiquiátricos.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento de la enfermedad celíaca consiste en eliminar totalmente de la alimentación los cereales que contienen gluten, es decir el trigo, la avena, la cebada y el centeno.

Es por eso que se pueden comer sin inconvenientes otros cereales como el arroz y el maíz, y reemplazar alimentos que habitualmente se preparan con harina de trigo por otras harinas.

Alimentos prohibidos, con gluten

  • Granos y harinas de TRIGO, CEBADA, CENTENO Y AVENA
  • Pan, tortas, facturas, tartas y otros productos de panadería.
  • Galletitas, bizcochos, turrones, y productos industrializados.
  • Pastas (fideos y pastas rellenas, ravioles, canelones, etc.), pastas de sopa, sémola de trigo, pizza y levaduras de cerveza.
  • Leches y alimentos malteados, leche chocolatada y chocolates.
  • Infusiones y bebidas preparadas con cereales: malta, leche malteada, agua de cebada, cerveza y whisky.
  • Productos manufacturados en cuya composición entren alguna de las harinas prohibidas: sopas de “sobre”, caldos en cubos, flanes y postres de sobre o preparados, helados comerciales y dulce de leche del comercio.
  • Conservas varias.

En general, cualquier tipo de alimento preparado o industrializado en cuya etiqueta no especifique: libre de gluten.

Otros alimentos que pueden contener gluten

Existen muchos alimentos en cuya preparación se incluye gluten, por lo que es necesario leer atentamente la etiqueta con los ingredientes.

Entre los más comunes se encuentran:

  • Embutidos como el jamón cocido, mortadela, salames y salchichas.
  • Queso fundido, en láminas y otras preparaciones.
  • Patés, picadillos y conservas de todo tipo
  • Caramelos y dulces de diversos tipos: turrón, mazapán, etc.
  • Café y té instantáneos.

Enfermedades asociadas

La enfermedad celíaca suele asociarse a las siguientes enfermedades: dermatitis herpetiforme, Diabetes Mellitus tipo 1, Síndrome de Down, enfermedades tiroideas e intolerancia primaria a la lactosa.

Estas enfermedades pueden preceder a la enfermedad celíaca o manifestarse simultáneamente.

¿Existen complicaciones de la enfermedad?

Si no se realiza el diagnóstico en forma precoz o en pacientes diagnosticados que presentan escasa adherencia a la dieta sin gluten, pueden desarrollar cáncer del tracto gastrointestinal.

Cabe aclarar que la enfermedad celíaca es una patología que se produce cuando el cuerpo de una persona se sensibiliza al gluten, que es un componente que se encuentra en los cuatro cereales -mencionados anteriormente- consumidos frecuentemente en la alimentación básica de niños y también de los adultos.


Recomendaciones

Dentro de las recomendaciones de alimentación durante el primer año de vida, se aconseja la  introducción del gluten en la dieta recién a partir de los seis meses de edad. Es por esta razón que se recomiendan inicialmente preparados de arroz o maíz, y recién después ofrecerle al bebé los cereales con trigo, avena, cebada o centeno.

Resulta de fundamental importancia tener presente que el niño con diagnóstico de enfermedad celíaca, no puede comer nunca más alimentos que contengan trigo, avena, cebada y centeno.

Siempre, ante la menor duda, consultar con el médico.

Asesoró: Dra. Verónica M. Jiménez – Médica Nutricionista del servicio de Nutrición Infantil del Hptal. Pedro de Elizalde (ex casa Cuna)

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