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El bullying. Actitudes que aparecen en la primera infancia

by Nacer y Crecer
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Asesoró: Flavia Tomaello, autora de “Bullying, criar con confianza en una sociedad violenta”, Ed. Albatros.

Todos los niños en algún momento de su primera infancia reaccionan de manera violenta para consigo, para con sus pares, para con los adultos o para con los objetos. Cuando el habla escasea, la acción física es la única respuesta posible que tienen a la mano. Algunos niños son más fuertes o explosivos en sus reacciones, mientras que otros ejercen una especie de violencia interna para consigo mismos, retirándose del sitio de conflicto y dejando siempre el terreno a quien llegó. Ninguna de las dos actitudes es correcta. Habrá que pulir los extremos para ir encontrando un camino alternativo aunque aceptando la personalidad y modo de cada pequeño.




La conducta agresiva en los más pequeños suele desgastar a los papás. Se atemorizan ante reacciones que les resultan incomprensibles. Más allá de lo ingrato del momento, habrá que tener presente siempre que, como en todo proceso educativo, esos momentos desagradables pasarán y que, a la vez, hay que trabajar en ofrecer al niño caminos alternativos para que más rápidamente pueda superarlas.

La semilla del bullying

La violencia en los niños puede ser física o psíquica. Los tirones de pelo, empujones, gritos, rotura de objetos propios o ajenos, patadas o empujones, gritos o arañazos… son todas reacciones naturales con las que nace el bebé. A través de la socialización primaria y del afecto de los padres irá aprendiendo a abandonar esas reacciones innatas, para aprender conductas que le permitan una convivencia más serena. La contención emocional familiar es esencial para que el niño construya su mundo.





Una actitud agresiva paterna es tan seria como la apatía. Para el pequeño serán dos caras de una misma conducta violenta. La ausencia de parámetros no le permite construirse como sujeto social. También se inspirará de manera inadecuada si convive en una familia o comunidad en permanente tensión. Aún cuando no se registre la violencia de manera explícita, una pareja de padres con cierto nivel de estrés entre ellos o un entorno atemorizante establecido en el tiempo conducen a respuestas agresivas del niño.

Justo a tiempo

 

Así, las conductas sistemáticas que permanezcan más allá del año y las esporádicas que no estén reducidas al mínimo al finalizar el prescolar, estarán determinando un alerta relevante para los adultos. Tanto el niño que las expresa, como quien sistemáticamente es destinatario de ellas, es una semilla para ser protagonista de bullying en su futuro. Es natural que en esta edad la solución es mucho más sencilla si padres y educadores se unen para encontrar un camino común. Aquí aún las reacciones no se han naturalizado, es posible deshacerlas velozmente con el aprendizaje de nuevas conductas.

Una advertencia más: que los padres no teman a las reacciones de sus niños. Están creciendo y ellos se están formando como padres. Que el problema del pequeño no nuble la mirada y tengan la humildad de reconocer la dificultad y encarar un camino proactivo hacia la solución.





Hasta los 5 años

 

En los primeros años es muy poco posible que un niño sufra bullying físico. Es posible que sea asilado o ignorado por su grupo de pares, más como una actitud de aislamiento de él que por una acción directa del conjunto. Es más común que en esta etapa se desarrollen las reacciones violentas. Aunque claramente es muy extraño que -por la edad- puedan ser sistemáticas y con intención concreta de dañar siempre al mismo sujeto, es aquí donde se empiezan a delinear posibles situaciones de conflicto a futuro.

Las señales a tener en consideración en la edad preescolar serán, además de la gestión natural de la violencia como respuesta sistemática, la desaparición o rotura de pertenencias, la ausencia de vínculos sociales, el exceso de llanto en situaciones que no lo ameritan, la extrema sensibilidad al caer, golpearse, jugar, etc., la búsqueda permanente de un adulto como aliado a la hora de compartir momentos con los pares, entre otros.




Después de los 6 años

 

Cuando se inicia el período de escolarización aquellos síntomas que no fueron atendidos se consolidan, de modo que se convierten en ritual habitual. Sin embargo, es posible que puedan aparecer nuevas situaciones. Es común que las agresiones en las primeras etapas se generen sobre apodos con juegos de palabras, con los objetos particulares o gustos personales (una cartuchera de cierto personaje o color; el coleccionismo de cierto tipo) o con la incapacidad para desarrollar alguna actividad común al grupo (el que no sabe jugar al fútbol o que no asiste a una actividad compartida por alguna causa). Aquella idea que los adultos comparten sobre que los niños son crueles, en general se corresponde con situaciones semejantes a estas, salvo que, para que se configure el bullying debe tener un destinatario, debe ser constante y con el afán de causar daño. Ya entre los 7 y los 10 años es común que sea mayor o de más virulencia entre varones que entre niñas.    A ellas les está reservada una categoría desagradable vinculada al peso, la forma o la apariencia exterior en función a los parámetros aceptados en su comunidad.




¿Qué hacer desde casa?

 

Existen dos buenas semillas para sembrar desde pequeños en casa. La primera es la de ejercitar el equilibrio emocional para permitir formar una pared que sostenga a los niños con firmeza cuando lo necesiten. Permitirles que vuelen y fallen, reconociendo que pueden descansar en la fortaleza de casa cuando pase.

La segunda es la de enseñar a canalizar el dolor sobre todo verbalmente. Llorar si eso ayuda, pero ejercitar la palabra como modo de transformar las emociones. Reconvertirlas en decir, más que en hacer.

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3 comments

Mirta Infanti 8 marzo, 2018 - 3:44 pm

EXcelente nota!

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Veronica L 17 marzo, 2018 - 7:31 pm

EXCELENTE Y DE SUMA IMPORTANCIA!!!!!

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Montessori: mirar la educación desde otro lugar - Revista Nacer y Crecer 21 junio, 2018 - 7:28 pm

[…] Bullying, actitudes que aparecen en la primera infancia […]

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