El auge del Enfoque Montessori está directamente relacionado con la crisis de la educación tradicional, tal como todos la conocemos.
La vida actual nos propone un ritmo frenético y exige una preparación académica desde edades muy tempranas. Tal es así, que cuando buscamos Jardín de infantes para nuestros hijos, indagamos y ponemos la atención en “que más” va a aprender mi hijo en lugar de detenernos a entender “cómo” y “para qué” se realizará este proceso.
Entonces, averiguamos sobre el nivel de inglés, las clases especiales, sobre los acuerdos con futuras escuelas primarias, y nos aseguramos que los niños terminen sala de 5 sabiendo escribir, leer y si es posible sumar y restar. Luego del horario escolar, los inscribimos al taller de música o de algún instrumento, arte, cerámica, gimnasia rítmica, fútbol, arte marcial…. En algún lugar de cada uno de nosotros, pareciera anidar el pensamiento que no alcanza el tiempo para toda la preparación que los niños necesitan para la vida y, si tienen mucho tiempo libre, entonces estarían poniendo en riesgo su futuro éxito profesional o personal.
El Enfoque Montessori
Adina Schonberg, hoy directora de Montessori House nos cuenta: “Al momento de decidir la escolaridad para mis hijos me crucé, casi por casualidad, con la educación Montessori y encontré en este Enfoque Educativo un método que dio respuestas a mis inquietudes como madre y también como ser humano. Comencé entonces a transitar un camino en el cual logré abordar de manera inseparable la educación, la maternidad/paternidad y la familia como núcleo fundamental de la vivencia y el desarrollo de la infancia. Tal fue el entusiasmo y la sensación de haber encontrado ´algo´ que me representa y me incluye de manera consciente en la educación de mis hijos, que me formé como Asistente Montessori AMI, y, con profundo entusiasmo decidimos junto a mi marido, difundir y transmitir nuestra experiencia de padres a más personas, a través de la creación de una institución educativa que llamamos Montessori House”.
Esta propuesta educativa para la primera infancia, concurren niños de 6 meses a 5 años, convoca e involucra al adulto invitándolo a cuestionarse y reflexionar acerca de su hijo y los otros niños, y del lugar que la sociedad les ofrece en este mundo; la manera en que adquiere los conocimientos y la mirada que como adultos tenemos para abordar la infancia y el mundo del desarrollo infantil.
DIFERENCIA CON LA EDUCACIÓN TRADICIONAL
En la educación tradicional que está vigente y rige a casi todos los centros educativos del país, las tendencias naturales del niño, sus gustos y deseos no están contemplados como elementos fundamentales que guiarán al niño al aprendizaje de contenidos. La necesidad de contar con tiempo libre para explorar y descubrir, de apoyarse en la curiosidad natural y
la capacidad de asombro como disparador fundamental del aprendizaje son las bases desde las cuales a través de la mirada Montessori los Guías (docentes) acompañan el proceso de los niños, propiciando un interés genuino en la adquisición de contenidos. Así es que, cada niño transitará su propio camino de aprendizaje, de acuerdo a sus necesidades y
desarrollo, requiriendo de un seguimiento individualizado de sus procesos en forma particular. Los ambientes (llaman así a las salas) en los Jardines Montessori están compuestos por niños de edades diferentes, asegurando y enriqueciendo el intercambio de conocimientos y abriendo la posibilidad a cada niño de tomar el tiempo que necesite para alcanzar los
objetivos curriculares.
Si miramos a nuestro alrededor, en el mundo adulto, veremos que nos rodeamos con personas de edades diversas y no preguntamos cuántos años tienen para compartir una amistad, una reunión profesional o un equipo de algún deporte, sin poner en duda la capacidad del otro en relación directa con su edad. Lo mismo ocurre en el Jardín.
Desprenderse de prejuicios e ideas preconcebidas
En pocas palabras, el Enfoque Educativo Montessori acompaña al niño en su desarrollo desde su nacimiento hasta los 6 años de edad, proponiéndole una estructura horizontal de aprendizaje en donde él -física, emocional, espiritual y cognitivamente- es el único protagonista de sus conquistas, transitando los procesos de manera individual y única,
generando sus propios caminos para llegar a los objetivos académicos en un ambiente de absoluto respeto de sus tiempos y ritmo vital, sus necesidades y deseos. Entendemos por aprendizaje, un proceso natural y orgánico conducido y producido por el niño para su propio enriquecimiento personal, en lugar de concebirlo como la misión de “llenar al niño” volcando
en él contenido académico. Los niños dentro del Ambiente Montessori están acompañados por un adulto que la mayor parte del tiempo se dedica a observar. Si, es un observador activo. La acción de observar desde el Enfoque Educativo Montessori es un arte y una tarea científica que requiere del adulto observador aceptar lo que está sucediendo tal y como lo está viendo.
Para esto, el Guía Montessori debe desprenderse de prejuicios e ideas preconcebidas. Una observación objetiva, consiste en un proceso activo que construye resultados y genera consecuencias.
La Dra. Maria Montessori (1870 -1952), pedagoga y científica italiana, desarrolló su filosofía y método educativo a través de la observación directa y minuciosa que realizó sobre los niños. En su trabajo, Maria Montessori logró identificar manifestaciones y acciones de los niños, y aspectos de su niñez y su desarrollo, que reúnen todos independientemente de su
raza, religión, nacionalidad o posición socioeconómica.
La importancia de los conocimientos a edad temprana
Entre sus reflexiones más significativas, todas ellas obtenidas a través de la observación, podemos aprender que los niños adquieren muchísimos conocimientos y con mayor facilidad a una temprana edad; que su carácter o personalidad, al igual que la transmisión de la cultura, se desarrollan antes que comience su camino en la escolaridad; que no es el adulto quien moldea la personalidad del niño sino es el niño quien la construye con ayuda de su entorno; que la preparación indirecta hacia un aprendizaje tiene mejores resultados que la enseñanza directa; que los problemas de disciplina desaparecen cuando los niños están inmersos en una actividad constructiva y se desarrolla entonces la disciplina interna; que el niño es capaz de concentrarse profundamente a través del trabajo y por períodos prolongados.
Entonces, considerando la visión de María Montessori, debemos reconocer que el mundo no está preparado para los niños; y que la mayoría de los adultos tampoco estamos preparados para incluirlos en las tareas cotidianas. De esta manera, se encuentran los niños, sin opción más que la de depender del adulto para lograr objetivos que ellos mismos podrían realizar. Desde vestirse, pelar y cortar una banana para el desayuno, colaborar con el preparado del almuerzo, servirse agua en un vaso, limpiar algo que se derramó, los niños se saben dependientes de los adultos en el mundo tal como lo vivimos hoy y deben “esperar” a ser grandes para comenzar a interactuar en la sociedad.
“A mí me entusiasma pensar que, a pesar de estas afirmaciones, el solo hecho de tomar consciencia de esta realidad nos pone en un lugar de gran compromiso para con los niños, enfrentándonos al desafío de generar el cambio. La transformación del adulto hacia la posibilidad de independencia del niño es condicionante para que esto suceda”, afirma la directora de Montessori House de Buenos Aires, Argentina.
A la medida de los niños
La Pedagogía Montessori sostiene que el niño desde el momento de su gestación es un ser íntegro y completo, que se desarrolla paulatinamente con el correr de su vida de acuerdo a sus períodos sensibles y necesidades específicas. Basándose en esta premisa, el Ambiente Montessori invita al niño a formar parte activa de su entorno. En él, los niños tienen la
posibilidad de desplegar todas estas habilidades, perfeccionándolas aún más y adquiriendo las rutinas que de solo practicarlas fortalecen su autonomía, su seguridad y la solidaridad para con el prójimo. El espacio les pertenece y todo lo que se encuentra allí es apropiado para su tamaño. Son los niños los responsables del cuidado del mismo, de los materiales,
las plantas y las mascotas. Gradualmente, van asumiendo nuevas responsabilidades y compromisos para consigo mismos y sus pares, que los ubica en un lugar protagónico para su entorno social, desarrollando aptitudes como la empatía, el respeto y la generosidad.
El trabajo individual del niño que propone la Pedagogía Montessori, lo invita a conocerse profundamente desde lo emocional y a percibirse desde lo sensorial, construyendo así cada uno para sí una estructura emocional sólida con herramientas como la independencia, la autonomía, la confianza, la seguridad y la autoestima que logran poner en práctica desde edades muy tempranas. Luego, la incorporación de los contenidos académicos correspondientes a la currícula oficial, se da de acuerdo a la elección e interés personal de cada niño atravesando los desafíos que presenta el aprendizaje, desde etapas simples y sencillas hacia otras más complejas y compuestas, de manera paulatina a medida que el niño va apropiándose de los objetivos.
“En mi forma de ver, es por todo esto que considero al Enfoque Educativo Montessori una manera de encarar la vida y no solo un método educativo que, por sobre todas las cosas respeta la sabiduría innata de los niños y se ocupa de las distintas dimensiones del Ser. En Argentina hay pocas instituciones educativas que implementen esta pedagogía”, agrega Adina Schonberg.
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Más sobre Montessori House: abrió sus puertas en el año 2016 y desde 2017 es una institución educativa oficial, incorporada a la DGEGP. Gracias al trabajo de todo su equipo, el entusiasmo, el amor que depositan día a día y el gran interés que despierta en la comunidad, crece exponencialmente año tras año. Es mi deseo que logremos -padres y educadores- como adultos conscientes y comprometidos con nuestros niños, la transformación emocional que se requiere para guiar a las generaciones más jóvenes hacia una convivencia en un mundo de paz.
Adina Schonberg – Fundadora y Directora General de Montessori House
Mini bio: Adina Schonberg es mamá de tres niños, doula y terapeuta holística. Se especializó en embarazo, maternidad y crianza, integrando y combinando diferentes técnicas, conocimientos y líneas de pensamiento. Asistió y acompañó a madres y padres que atraviesan por la maravillosa y difícil tarea de criar y educar a sus hijos.